martes, 10 de marzo de 2015

HISTORIA 27 DE FEBRERO

La mañana del día 27 de febrero, y después de una larga marcha que duró toda la noche anterior, el mariscal Antonio José de Sucre consiguió situar la 1.ª División colombiana de 1500 hombres de infantería y 100 caballos compuesta por tres batallones y un escuadrón al norte de la llanura de Tarqui en posición ventajosa, mientras esperaba la llegada de la 2.ª División. 4
Cuando a las 7 de la mañana el resto del ejército peruano comandado por La Mar arribó al campo ya la División de Plaza había sido casi batida y el ejército grancolombiano ocupaba su posición.El general Flores, mientras tanto, consiguió superar los bosques que le separaban del enemigo, y organizar un ataque conjunto de los diversos batallones. Viéndose superado en número y con las municiones agotadas el general Plaza ordenó el repliegue en busca del grueso del ejército peruano encargando proteger la retirada al Coronel Quiroz siendo en todo momento acosado por la infantería y caballería grancolombiana.

Mientras tanto en cumplimiento de las órdenes de La Mar la vanguardia peruana formada por la División del general José María Plazacompuesta por 900 infantes avanzaba sobre el Portete, siendo esta completamente derrotada por los hombres a la cabeza del Mariscal Sucre, atacando sucesivamente al grueso del ejército peruano que acudió en ayuda al mando de La Mar y Gamarra.4
En su parte, Sucre relata que "El 24 supe que una columna con dos batallones y un escuadrón enemigo al mando del general Plaza estaban en Girón. Juzgué que sería un fuerte reconocimiento, porque no me persuadí de que se avanzara sola esta división, pero el 25 hallándome con el general Flores, examinando por Tarqui la verdad, me informaron nuestros espías, que aún permanecía aquella en Girón y su ejército en San Fernando. El 26 resolví atacarla, y nuestros cuerpos, todos se pusieron en marcha a las tres de la tarde con tres mil seiscientos hombres de combate. Al comenzar nuestro movimiento, sobrevino una fuerte lluvia, que apenas nos permitió llegar a Tarqui a las 7 de la noche. Dando un descanso a la tropa, tuve partes que la división del general Plaza estaba en el Portete de Tarqui, a tres leguas de nosotros y que el resto del ejército peruano llegaría aquella tarde a Girón. Determiné dar una acción general".
La batalla dio inicio cuando una avanzada peruana de reconocimiento al mando del capitán Uria tropezó con una grancolombiana al mando del capitán Piedrahita trabándose un sangriento combate que comprometió al escuadrón de caballería Cedeño, comandado por el coronel venezolano José María Camacaro y al resto de la División peruana de Plaza. Los batallones Rifles, Yaguachi y Caracasavanzaron en apoyo del "Cedeño" y se encontraron con el batallón Quito. El desorden inicial de la batalla y la falta de visibilidad hizo que estos batallones se enfrentaran entre ellos.

Viendo que el Portete de Tarqui ya había sido tomado por el ejército grancolombiano el general La Mar dispuso el repliegue estratégico del ejército hacia Girón.
Mientras tanto la caballería grancolombiana, bajo el mando del coronel Daniel Florencio O'Leary, intentaba cortar el repliegue de la infantería peruana, el general argentino Mariano Necochea al frente de los Húsares de Junín comandó una carga de caballería que consiguió desbaratar al escuadrón "Cedeño " y detener el avance de la infantería de la Gran Colombia, compuesta por unas compañías de cazadores, protegiendo el repliegue de la infantería peruana. Fue en esta batalla cuando se produjo el célebre duelo a lanza entre el teniente coronel del Ejército peruano Domingo Nieto jefe del primer escuadrón de Húsares de Junín y el coronel venezolano José María Camacaro 1.ª Lanza de la caballería de la Gran Colombia al mando del escuadrón "Cedeño". Camacaro envió un parlamentario con señal blanca para que, a su nombre, haga un desafío, a fin de '"que ahorrasen la sangre de sus regimientos y que él se batiría con cualquiera que le conteste el duelo y el que ganara se quedaba con la victoria"'. Triunfó Nieto, Camacaro fue muerto de un lanzazo y las armas peruanas se quedaron con la victoria.
Al ver a su jefe muerto los soldados grancolombianos no aceptaron la afrenta y atacaron a los "Húsares de Junín", pero éstos lograron detenerlos y acuchillaron a casi todo el escuadrón "Cedeño" reduciéndolo a 6 ó 7 hombres aproximadamente, consiguiendo los "Húsares de Junín", con su acción, impedir que las armas de la Gran Colombia obtengan una victoria total sobre las armas peruanas.

El ejército grancolombiano consideró prudente conservar su posición mientras que el peruano logró replegarse en orden y formar sus divisiones en la llanura con su caballería y artillería a la salida del desfiladero, en espera de un nuevo enfrentamiento con el ejército de la Gran Colombia. El fracaso de esta última ofensiva, por parte del ejército de la Gran Colombia, y el repliegue estratégico peruano sellaron el resultado de la batalla. Sucre no satisfecho con este resultado envía a un oficial de Estado Mayor, con el objeto de negociar con La Mar siendo esto aceptado y el 1 de marzo en el campo de Girón se firma el Convenio de Girón que es ratificado por los generales Flores y O' Leary, por parte de la Gran Colombia y Gamarra y Orbegoso, por parte del Perú.4
La pequeña victoria grancolombiana sobre la División peruana del general Plaza (compuesta por los Batallones de Infantería "Ayacucho" y "Callao") se debió en buena parte a la estrechez del lugar, a lo ventajoso de la posición que las tropas de Sucre ocupaban, lo precipitado del combate que presentó a las divisiones peruanas la dificultad de desplegarse en orden de batalla y al enfrentamiento por separado contra la vanguardia del ejército peruano.
Las bajas fueron considerables, el ejército grancolombiano confesó 400 bajas en combate mientras que el peruano perdió (según la Gran Colombia), 2,500 hombres entre muertos, heridos y 300 prisioneros, cifra considerada actualmente como exagera; sin embargo el ejército peruano sostiene que las bajas en el ejército grancolombiano fueron 800 mientras que en el ejército peruano llegaron a cerca de 1,200 entre muertos y heridos.<.7 Según la Gran Colombia, de la supuesta cifra 8,400 soldados peruanos que ingresaron al sur de la Gran Colombia, 2,500 regresaron al Perú tras el arresto de La Mar en Piura por parte del mariscal Gamarra.
El 10 de julio de 1829 se firmó el armisticio de Piura, el cual fue ratificado por Simón Bolívar. El 15 las tropas peruanas procedieron a evacuar Guayaquil.4
El mariscal Sucre ordenó la construcción, en el sitio del Portete de Tarqui, de un obelisco conmemorativo del fracaso de la invasión peruana, con la siguiente inscripción: "El ejército peruano de ocho mil soldados, que invadió la tierra de sus libertadores, fue derrotado por cuatro mil bravos de Colombia, el 27 de febrero de 1829."
El obelisco fue construido años después por el gobierno del Ecuador, y durante la guerra peruano-ecuatoriana la aviación peruana intentó bombardearlo.
El 27 de febrero es el Día del Ejército ecuatoriano, en recuerdo de la victoria del Mariscal Sucre y el Ejército de la Gran Colombia en Tarqui.
Así mismo, el batallón de honor que custodia el Palacio de Carondelet sede del Gobierno del Ecuador en Quito, es conocido como los "Granaderos de Tarqui" y usa un uniforme de época azul y blanco, inspirado en los uniformes grancolombianos.

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